Esta noche se disputó uno de los encuentros más esperados de toda la temporada para la afición americanista, ya que las Águilas del América, visitaron el Estadio Akron, para jugar contra las Chivas Rayadas del Guadalajara. El encuentro de ida de los octavos de final de la Concachampions, se dio en la casa de nuestro acérrimo rival y había muchas expectativas sobre este juego.

Los Azulcremas venían con una buena racha, tras vencer en la Liga MX, al conjunto de Cruz Azul y golear a los Rojinegros del Atlas. Había cierta preocupación debido al estado físico de los jugadores del cuadro de Coapa, debido a la cantidad de partidos consecutivos que han disputado en este semestre.

Afortunadamente las Águilas no se vieron mermadas por esta situación y demostraron su superioridad de inmediato, en la mismísima casa de Chivas. La posesión del balón y el control del partido, fue de inmediato para el equipo dirigido por André Jardine, dejando en claro que eran muy superiores a su rival y no pasó mucho tiempo para que esto, se viera reflejado en el marcador.

Luego de una excelente jugada de Alejandro Zendejas, que mandó un buen centro con su pierna inhábil, Julián Quiñones remató dentro del área y tras un rechace del portero rival, le cometieron un penal clarísimo. El mismo Quiñones se encargó de ejecutarlo y lo hizo con muchísima clase, mandando a callar a la tribuna del Akron.

El equipo local comenzó a desesperarse y a cometer bastantes faltas, algo que terminó pesándoles en la segunda mitad del encuentro. América mostró con mucho temple dentro del campo y siguió dominando las acciones, aunque por momentos cedía la posesión para buscar salir en contragolpe.

La primera mitad terminó bastante caliente, ya que los jugadores de ambos equipos tuvieron una pequeña bronca que terminó en los túneles rumbo a los vestidores. Las Águilas tenían claro que podían matar a su rival en el segundo tiempo y salieron decididos para lograrlo.

Ya en el segundo tiempo la fuerza excesiva del equipo rojiblanco les terminó costando, ya que se dio una expulsión por doble amarilla en un futbolista, ocasionada por Quiñones. Esto lo aprovecharon los Azulcremas y terminaron marcando el segundo gol tras un extraordinario disparo de Diego Valdés.

El partido se rompió completamente y América tuvo el control total de las acciones, tanto así que se dieron el lujo de enfriar el partido y todavía les alcanzó para marcar un gol más. Henry Martín no podía faltar en esta fiesta y aprovechó un rebote tras un disparo de larga distancia. 

Un encuentro redondo para las Águilas, que volvieron a dejar en claro que son demasiado superiores a su acérrimo rival, que no hay comparación en la calidad de plantillas. América volvió a ganar y golear a Chivas, confirmando tener una paternidad importante en el Clásico Nacional y prácticamente sellando su pase a los cuartos de final de la Concachampions.